Preferimos las empresas pequeñas y medianas -PYMES- por su agilidad. Los comités y reuniones constantes de las burocracias asfixian las ideas.
La creatividad está supeditada a la estrategia y no al revés. Por más novedosa que sea una idea de poco servirá si no obedece a un enfoque determinado.
El objetivo de la publicidad es la comunicación, no la interpretación. Diseñamos anuncios, no obras de arte.
Trabajar con el dinero del cliente exige responsabilidad y respeto. Buscamos permanentemente proveedores ágiles y cuidadosos, con precios competitivos y que valoren nuestra labor.
Toda pieza publicitaria debe comunicar desde el principio el beneficio del producto o servicio y debe hacer fácil reconocer y contactar al cliente. Es increíble que esta obviedad sea un principio pero todos los días suele perderse de vista.
Hay que guiar la imaginación y la decisión del consumidor. Nuestra publicidad explica, procura dar ejemplos e invita a la acción. Eso puede molestar a algunos diseñadores pero no a los contadores del cliente.
El consumidor debe recordar la marca y su producto o servicio más que el aviso en sí mismo. La publicidad es un medio, no un fin.
Privilegiamos una idea regular perfectamente aplicable sobre una idea perfecta, regularmente desarrollable. Lo importante no es tener muchas propuestas sino tener una idea oportuna.
Todo mensaje tiene un medio clave y un presupuesto mínimo para transmitirse. La mitad del éxito consiste en identificarlo, desarrollarlo y contar con el presupuesto suficiente para poder aprovecharlo.
Procuramos tomar decisiones basadas en hechos y no sólo en opiniones. Esto implica investigar y estudiar permanentemente el mercado. Ahorrar en este tema es ahorrar en ingresos.
La puntualidad y la planeación son fundamentales en este negocio. ¿Para qué una hermosa campaña de Navidad el 20 de enero? Del mismo modo que ofrecemos puntualidad, la solicitamos a nuestros clientes.
Contratamos personal que vea en la publicidad una profesión respetable, no una moda o una estación temporal.
Si el cliente decide ser el publicista, nosotros no podemos ayudarle. Es imposible servir en una copa que está llena.
Crear una marca exige paciencia y perseverancia. Si sólo quiere vender hoy, el asunto se soluciona con simples ofertas.
Queremos ser una agencia buena, no una agencia grande. Nos gusta más el mercadeo y sus ideas que el lobby y los cocteles.