Por: Carlos Andrés Naranjo Sierra
El 16 de julio del año 2000 publiqué la primera Naranjota y con ella germinó oficialmente NARANJO PUBLICIDAD.
El país atravesaba por una de sus tantas crisis tal como lo refleja la frase de este primer fruto: «Si las crisis son oportunidades, nadie podrá negar que estamos atravesando por una tremenda oportunidad». Después de haber trabajado por un par de meses en una de las grandes agencias de publicidad de la ciudad, decidí retirarme y formar mi propio negocio, una decisión poco razonable en ese momento, si se tiene en cuenta que el primer afectado con las crisis es el empleo. Con la liquidación y los ahorros del sueldo, compré una línea telefónica y puse un aviso en las páginas amarillas que rezaba: «NARANJO PUBLICIDAD: Creatividad para las pequeñas y medianas empresas. Teléfono 4365207″ (Hoy es 4484082).
Las cosas no fueron fáciles esos primeros meses, bueno, ahora tampoco los son ¿Cuándo lo han sido? Acostumbrados a no pagar por la creatividad, los clientes no se veían aparecer. Dos o tres llamadas para una cotización y el resto, como es común, la misma historia de la elección por precio. Debía encontrar una forma para poder mostrar la calidad de mi trabajo sin correr el riesgo de regalarlo. Una forma de «degustación creativa» que me permitiera franquear el obstáculo del precio, pues finalmente, tanto ayer como hoy, el medio se encuentra plagado de personajes que obsequian su trabajo a cambio de la impresión o como una forma de «darse a conocer».
Ese no podía ser mi caso. No podía darme ese lujo. El crédito del Icetex para estudiar la carrera, comenzaba a pasarme la cuenta de cobro y además sabía que si quería hacer empresa y poder ofrecer un buen producto a mis clientes, debía percibir un valor que me permitiera, además de vivir, mantenerme actualizado tanto en conocimientos como en equipos. Había estudiado con la decisión de ayudar a las empresas y sus empleados a mantener sus trabajos y crecer en el largo plazo. No para venderles, o regalarles, avisos y comerciales y luego seguir mi camino.
Con esta idea, decidí entonces comenzar a enviar frases vía e-mail, con el propósito de provocar alguna respuesta por parte de los destinatarios, alrededor de la misma. En un comienzo eran frases relacionadas con el mercadeo y una que otra vez, incluían algún artículo sobre el tema. No había diseño gráfico. Fue uno de los comentarios ante los correos electrónicos que enviaba, lo que me hizo pensar que la parte gráfica era, sino más, al menos tan importante como el copy mismo, pues cuando se habla de publicidad la gente espera ver algo especial y no sólo leer palabras. Así apareció entonces la primera Naranjota, tal como la conocemos hoy en día. Un mensaje de reflexión con su correspondiente tratamiento gráfico.
No quisiera terminar esta breve reseña, sin agradecer sinceramente a mis clientes. Esos que han creído en mi desde el principio, a pesar de de mi juventud y mis bluejeans. Esos que me recibieron armado sólo con un puñado de ideas y una sonrisa. Esos que han sido capaces de entender que el éxito es más una forma de recorrer el camino que una meta. Esos que saben que es mejor invertir 5 pesos que desperdiciar 1 en busca de ofertas. Esos que con los que lucho hombro a hombro, día a día, para ganar las duras batallas del mercado. Esas pequeñas y medianas empresas con las que ha ido creciendo NARANJO PUBLICIDAD, a la vez que han crecido sus marcas y sus negocios.
Para finalizar, nuestra presentación e historia contada en video: