Esa es la pregunta que muchas empresas se hacen. En el proceso para encontrar la respuesta a ese interrogante cometen errores, el más común es hacer rebajas, promociones y descuentos frecuentemente, piensan que esto ayudará a conservar los clientes que ya tienen y atraerá a nuevos.
Esa estrategia, a corto plazo, funciona; pero luego se convierte en un problema porque los clientes no comprarán a precios normales y en el momento en que no haya descuentos frecuentes, las ventas caerán, por eso es importante que su empresa no se acostumbre a ese ejercicio.
Otro consejo útil es adaptar sus productos o servicios a las tendencias, no luche contra ellas, busque la forma en la que pueden beneficiar a su marca, eso sí, no intente ser todo para todas las personas, su empresa tendrá más debilidades que fortalezas y perderá dinero. Cuando la empresa cometa un error, no permita que los empleados se estanquen ahí, resuélvanlo rápido y continúen.
También es necesario que su marca tenga una cualidad que le permita ser de gran importancia para los clientes, que no puedan reemplazar fácilmente y demuestre lo positivo de sus productos o servicios, esto creará confiabilidad hacia sus clientes, factor que tiene gran influencia en que prefieran siempre su marca sobre otras.