8vo caracter para ganarse el iPod touch

Aquí está el 8vo caracter para ganarse el iPod touch de BoletinesNaranjoPublicidad. Completa la serie y sé el primero en enviarla a [email protected] para ganártelo. Sin rifas, sin sorteos. El primero en completar la serie de 26 caracteres se lo lleva para escuchar su música en cualquier lugar y navegar en internet con wi-fi

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Video AniverHappy


Desarrollamos esta pieza sin audio para las pantallas DOOH (Digital outo of home) de los parques de diversiones Happy City, El Tesoro Encantado y Paseolandia, administrados por nuestro cliente Divertrónica Medellín S.A.

«Hay que lanzarse al charco»: Diego Aguayo, presidente de Aguayo Publicidad

Diego Aguayo, el presidente de una importante agencia local que está cumpliendo 20 años en Colombia. Le contó a Diego Rodriguez de su experiencia como empresario independiente, de cómo hace creativos y luego las agencias grandes se los llevan, dejando así sin órganos a su compañía. Confesó que consumía drogas y que no es necesario acudir a ellas para crear. Hizo algo que casi nadie puede hacer, decidió dejar un cliente de esos que todas las agencias desearían tener. Opinó de la famosa licitación de Aguila y dijo otras cosas que puede poner a reflexionar a quienes quieren independizarse algún día y aún no han tenido la valentía de lanzarse al charco.

Fuente: Diego y Co Publicidad

La pirámide de la marca


Por: Carlos Andrés Naranjo Sierra
«Cualquier idiota puede hacer una oferta, pero hace falta ingenio y perseverancia para crear una marca», decía David Ogilvy, uno de los grandes precursores de la publicidad moderna y tenía razón. Si por el número de ofertas que se hacen se pudiera medir el éxito de una empresa, no cabe duda de que la mayoría de empresas serían exitosas, pero la realidad es otra. Sólo unas pocas empresas son exitosas y este éxito se debe más al trabajo de comunicación estratégica con sus clientes que a las ofertas en sí mismas.

Recientemente he venido trabajando en el desarrollo de una teoría que explique el éxito de una marca en relación con el funcionamiento mental del ser humano. Es decir, que permita establecer los pasos que debe seguir una empresa para crear una marca, teniendo como premisa fundamental que el espacio que ésta debe ganar está en la mente del cliente y no en la realidad.

A partir de mi trabajo publicitario, especialmente con pequeñas y medianas empresas, y del estudio de la psicología que he adelantado en los últimos años, he logrado identificar tres instancias por las cuales debe pasar una nombre para convertirse en un concepto mental, es decir, en marca, como quien escala una pirámide de la base a la cima. Estas instancias no son necesariamente sucesivas y en algunas ocasiones es posible encontrar marcas que se hallan en medio de dos estados, pero nunca marcas que no estén en alguno de los tres estados, pues por definición, una marca debe ser, como mínimo, identificada por sus posibles consumidores para poder llamarse como tal.

Los tres niveles de la pirámide son:
Nivel Uno: Ser conocido
Esta instancia se basa únicamente en que el cliente sepa de la existencia de la marca, aún no logra reconocer su diferencia pero la identifica. Tal vez ésto explique porque algunas campañas publicitarias funcionan por el mero hecho de salir al aire, a pesar de no tener un concepto claro, pues el cliente se familiariza con el nombre y disminuye el riesgo percibido.

Nivel Dos: Ser diferenciado
En este paso la marca ha encontrado un atributo que le permita salirse del montón, que le saque del mar indiferenciado de marcas y rompa el ritmo constante de la monotonía. El consumidor ya logra establecerla claramente en la mente pues conoce sus beneficios particulares.

Nivel Tres: Ser único
Este estado, aunque es privilegio de unos pocos, es el estado ideal de la marca. Consiste en que sus características son tan particulares que logra crear un vínculo único con el consumidor. Éste le atribuye beneficios y características tan particulares que no encuentra con quién compararle. Un buen ejemplo de esto es el VW escarabajo. Su diseño, su concepto y sus características son tan particulares que ningún otro auto se le parece. Es único y con una buena estrategia de marca se hace incomparable e inimitable.

Tanto para las grandes empresas como para las PyMEs, labrarse un nombre, una marca, es un asunto fundamental para la supervivencia del negocio en el largo plazo. En un mundo cambiante, donde el acceso a la tecnología y la información es cada vez mayor, la construcción de una marca no puede basarse en el producto o el servicio como tal, sino en el significado que ésta adquiera para los clientes. No ser consciente de eso es arriesgarse a quedar condenado a los infortunios del anonimato.