Por: Carlos Andrés Naranjo Sierra
-Soy Ene Dogha (u One Dollar, o como se escriba) y les voy a demostrar lo rápida que es la velocidad de 4G RevoluTion. -RevoluSHion, responde una voz en off. Una anciana entonces recibe unas turbinas para su caminador y deja lejos a un caracol y una tortuga. En otro comercial la velocidad de caída de una pluma de gallina se compara con la estrepitosa caída de un elefante.
Así se desarrollan los comerciales de esta primera etapa de lanzamiento de la nueva tecnología 4G LTE de Une Telecomunicaciones, y aunque técnicamente no es lo mismo la 4G que la LTE, sí es muy similar, y podemos afirmar que es la sucesora de las anteriores 2G y 3G que usamos en la mayoría de teléfonos inteligentes y dispositivos móviles. Los sistemas LTE pueden alcanzar velocidades de hasta 100 megabits por segundo (los 4G, hasta 144 Mbps) lo que los hace 10 veces más rápidos que los que usamos habitualmente en los hogares con una conexión de 10 Mbps (Mega bits por segundo), y también entre 15 y 20 veces más rápidos que las conexiones móviles actuales de entre 3 y 7 Mbps.
Otra gran ventaja de las redes 4G/LTE es que están optimizadas para funcionar sin interrupciones en dispositivos a alta velocidad, con lo cual, por ejemplo, se evitan los cortes en una llamada o conexión mientras se viaja en el carro. Características de las que no se habla en ninguno de los nuevos comerciales de UNE, la empresa antioqueña de telecomunicaciones. Algunos dirán que hacerlo no tendría ningún impacto en el público que no entiende estos aspectos tan complejos de la tecnología, o que seguramente ya vendrá una segunda etapa para explicar estas indiscutibles ventajas técnicas. A los primeros quisiera decirles: ¿Por qué los vendedores puerta a puerta –de cualquier empresa de comunicaciones-, sí hablan de velocidades, megas y gigas? Y a los segundos: ¿Por qué no hacerlo desde el principio cuando la característica es evidente, regalándole tiempo valioso a los competidores para que respondan?
¿Publicidad creativa y/o efectiva? Esta sigue siendo una dramática discusión que tiene entre sus exponentes a David Ogilvy y Bill Bernbach, dos de los grandes maestros de la publicidad del siglo pasado. A pesar de que admiro y envidio muchas de las campañas de Bernbach, estoy con Ogilvy. La publicidad está hecha para vender y debe transmitir con claridad todas las ventajas del producto o servicio así no se vea bonito o suene divertido.